Bajar la onda cerebral con la meditación

02.11.2023

Veamos ahora cómo puedes aprender a cambiar de marchas y acceder a otros estados de ondas cerebrales para trascender tu relación con el cuerpo, el entorno y el tiempo. Es posible reemplazar el estado de sobrealerta del cerebro y el cuerpo con otro de un patrón de ondas cerebrales más relajado, ordenado y sistematizado.

A base de práctica, podrás pasar de las ondas beta de alta frecuencia a las ondas alfa y zeta (aprenderás a subir y bajar por la escala de las ondas cerebrales). Y a medida que lo consigas, abrirás las puertas a un auténtico cambio personal. Irás más allá del estado mental más común alimentado por las reacciones del estado de supervivencia, y entrarás en el reino de la mente subconsciente. 

Durante la meditación trasciendes los sentimientos del cuerpo, dejas de estar a merced del entorno y pierdes la noción del tiempo. Te olvidas de ti como identidad. Al cerrar los ojos reduces los estímulos del mundo exterior y la neocorteza tiene menos cosas en las que pensar y analizar, por eso logras contener la mente analítica y la actividad eléctrica de la neocorteza se calma.

Luego, cuando te encuentras en un estado atento, sereno y concentrado, y te centras en algo de manera relajada, el lóbulo frontal se activa automáticamente, con lo que disminuye la actividad sináptica del resto de la neocorteza. Al bajar el volumen de los circuitos cerebrales que procesan el tiempo y el espacio, el cerebro también empieza a emitir ondas alfa.

Acabas de pasar del estado de supervivencia a un estado más creativo, y el cerebro se reajusta de manera natural a estos patrones de ondas cerebrales más ordenados y coherentes. Y si sigues meditando, uno de los últimos pasos es pasar a la frecuencia de ondas zeta, cuando el cuerpo está dormido y la mente, en cambio, despierta. Estás en el reino mágico. Ahora te encuentras en el sistema más profundo del subconsciente y puedes cambiar de inmediato las asociaciones negativas en positivas.

Es importante recordar que si has preparado tu cuerpo para convertirse en mente y el cuerpo está en cierto modo dormido mientras la mente está despierta, se podría decir que el cuerpo-mente ya no opone ninguna resistencia. En el estado zeta, el cuerpo ya no tiene el control y puedes con toda libertad soñar, cambiar programas subconscientes y crear por fin desde un estado que no te limita en lo más mínimo. En cuanto el cuerpo deja de gobernar a la mente, el sirviente deja de ser el amo y funcionas en un reino de lo más poderoso. Eres de nuevo como un niño, entrando en el reino de los cielos.