No necesitas comer menos
Solo necesitas comer bien, la obesidad es responsable de 3,4 millones de muertes al año.
¿Como debe ser un plato saludable?
Una comida equilibrada debe contener 4 grupos de alimentos básicos:
- Vegetales (40%) - cuanta más cantidad y variedad de verduras se consuma a diario, mejor. Se pueden tomar cocinadas o crudas a modo de ensalada.
- Proteínas (30%) - origen animal: huevo, pescado o carne; y vegetal: legumbres.
- Hidratos de carbono - patatas (cocidas o al horno), la pasta, el arroz y el pan (mejor integrales).
- Frutas (10%) - es el postre perfecto. Una fruta fresca de temporada es la mejor opción.
¿Por que necesitamos comer de forma equilibrada?
Una alimentación equilibrada disminuye el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles, como la diabetes, las cardiopatías, las acciones cerebrovasculares y el cáncer.
Una correcta nutrición mejora el sistema inmune, contribuye al desarrollo saludable, promueve un peso adecuado y ayuda a evitar enfermedades crónicas.
¡Empieza a alimentarte mejor!
Lo que deberías evitar:
- Confiar en los suplementos - una alimentación equilibrada y saludable es suficiente para suministrar todos los nutrientes que necesitas. Desconfía de los suplementos para suplir una mala alimentación.
- Sal en exceso - el consumo elevado de sal incrementa el riesgo de enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular.
- Alimentos procesados - las dietas ricas en grasas saturadas y en azúcares refinados favorecen la aparición de enfermedades coronarias. Se consideran alimentos con alto contenido en azúcares los refrescos, las golosinas, los postres y los productos de confitería.
- No beber suficiente agua - escogeremos mal si sustituimos el agua por otras bebidas como refrescos, batidos lácteos azucarados, zumos de frutas, néctares, bebidas alcohólicas o café.
Lo que deberías hacer:
- Más vegetales: aproximadamente unas tres cuartas partes de tu dieta deben proceder de alimentos frescos de origen vegetal: frutas, verduras, tubérculos, legumbres y frutos secos al natural.
- Comprar a conciencia: la salud empieza en el mercado. Elige alimentos frescos frente a los procesados. Familiarízate con la lectura de etiquetado de los productos.
- Comer sin prisas: masticar bien las comidas hará que la sensación de saciedad sea la adecuada, además de disfrutar mucho más de los alimentos.
- Desayunar bien: un buen desayuno no tiene por qué ser un café con leche, tostada y zumo de naranja. Juega con la fruta, los frutos secos y, por qué no, verduras, huevos o cualquier otro plato saludable.