Dos dimensiones

01.03.2024

– PARA MÍ SOLO EXISTEN DOS DIMENSIONES. A menudo me pregunto sobre lo que se comenta actualmente del salto que estamos haciendo hacia la quinta dimensión. No me gusta hablar de lo que desconozco, y tampoco complicar las cosas sencillas. Puede ser que estemos en una transición muy importante e interesante hacia otras dimensiones, pero resulta complicado hablar de ello, porque la imaginación muchas veces nos juega malas pasadas. El lenguaje es limitado para expresar lo que no pertenece a esta dimensión y también porque ni siquiera estoy seguro de que todos los que estamos aquí seamos de la misma dimensión. Es como los colores. Acostumbro a comentar si el color que habitualmente llamamos turquesa es verde o es azul..., y llego a la conclusión de que ni siquiera se si lo que yo llamo verde lo estoy viendo igual que lo ven los demás. 

Así que ¿cómo vamos a describir las dimensiones?. De modo que suelo simplificar (hasta el absurdo, según algunas personas) y decir que para mí solo hay dos dimensiones. Una es aquella en la que estoy aquí y ahora, la dimensión en la que trabajo, en la que como, camino, hablo, beso, explico, etcétera. Y la otra es la dimensión en la que soy una con el universo, en la que el espacio y el tiempo desaparecen, en la que hasta yo misma desaparezco.

Es la dimensión en la que aspiro a instalarme definitivamente. De esa manera salgo del lío de las dimensiones, salgo del abuso de lenguaje con el que intentamos expresar lo que no conocemos. Salgo del juego de mi mente, que intenta clasificarlo todo... y entro en el espacio sagrado de mi corazón, donde late el corazón del universo entero.