El estrés II

14.11.2023

La palabra estrés la acuñó, en la década de 1930, Hans Seyle. En ese entonces, el término se refería a la tensión, tirantez o sometimiento a presión de diversos materiales. Los objetos metálicos, así como otros materiales, soportan un determinado grado de estrés o presión, y cuando sobrepasan su resistencia, se rompen. Igual sucede con una banda elástica si se estira más de lo que soporta.

También nosotros, si nos presionamos más de lo que nuestro umbral de tolerancia aguanta, nos enfermamos al provocar que se debilite el sistema inmunológico convirtiéndonos, cuando menos, en blanco de un catarro. El caso extremo es que se sufra un colapso nervioso si el estrés es demasiado y no se le da salida. Toma en cuenta que el estrés es el factor que acelera el envejecimiento más que ninguna otra sensación. El cuerpo sufre un deterioro como consecuencia de las experiencias vividas y simplemente responde con diversos síntomas.

Para evitar el estrés te recomendamos, en primera instancia, que hagas los ejercicios del capítulo La Relajación para que aprendas a estar al tope de tu energía y motivación. Por otro lado, si ya caíste en las garras del estrés y no sabes cómo librarte de él, hay varias técnicas que te ayudan a sentirte mejor.

Son ejercicios que te ayudarán a liberar la tensión muscular, la tensión emocional y a manejar relaciones estresantes.

Después de realizar los ejercicios podrás ayudarte a deshacerte del estrés acudiendo a distintos RECURSOS y visualizaciones. Cada técnica es diferente y te proveerá de opciones para que cambies tu perspectiva de ti mismo ante situaciones que te estresan.

El resultado que consigas con estas técnicas estará estrechamente relacionado con tu motivación para estar tranquilo. Desde el punto de vista de la PROGRAMACIÓN NEUROLINGÜÍSTICA, tú puedes escoger cómo quieres sentirte en cualquier situación. Tienes que ir a trabajar de cualquier manera, ¿cómo prefieres hacerlo? ¿Estresado y malhumorado o tranquilo y optimista? Estresado y malhumorado te llevará a una gastritis, colitis o alguna desgracia terminada en "itis". Aprende a dirigir tu mente y ofrécele otras opciones para dejar de padecer estrés.