1. Dimensión fisiológica
Hace referencia a las distintas conductas del organismo dirigidas a regular su equilibrio interno. Las situaciones de estrés producirán un aumento general de la activación fisiológica del organismo.
Este aumento ha sido descrito como Síndrome General de Activación (SGA), distinguiendo tres fases en su desarrollo:
1.1 Fase de alarma: ante la percepción de una situación estresante, el organismo moviliza inmediatamente y de forma generalizada sus fuerzas defensivas, por si es necesaria una actuación frente al agente amenazador. Si este esfuerzo extraordinario permite superar la situación de estrés se pone fin al SGA. Si no, se pasa a la siguiente fase.
1.2 Fase de resistencia: El organismo mantiene una activación fisiológica superior a la normal, pero menos intensa que en la fase anterior. Esta hiperactivación es mas moderada que en la fase anterior, pero puede mantenerse durante un periodo mayor facilitando mas recursos al organismo. Pero no puede mantenerse de manera indefinida pues las reservas del organismo son limitadas. Y si en esta fase no se soluciona la situación de estrés, se pasará a la última fase.
1.3 Fase de agotamiento: el organismo agota sus recursos válidos y la persona no se siente eficaz para superar la situación. Como el organismo ha gastado sus reservas a mayor velocidad de las que la repone, pierde capacidad de activación, ya sea de forma progresiva o repentina, si además, se intenta mantener la activación el máximo posible, vendrá el agotamiento total con consecuencias muy negativas. Podrá afectar a todo el organismo o a un sistema u órgano específico, que por ser más débil o estar mas activo se agote antes.
Se sabe que se produce una activación fisiológica específica según sean las diferentes situaciones y sobre todo, en función de cómo esa persona percibe esas situaciones.
- Eje neutral: rápida activación de cara a una acción inmediata e intensa. No suele provocar trastornos psicofisiológicos.
- Eje neuroendocrino: necesita unas situaciones de estrés más mantenidas. Implica la activación de las glándulas suprarrenales, con la consiguiente secreción de catecolaminas (adenalina y noradrenalina). La activación de este eje tiene un valor importante de supervivencia, pues prepara al organismo para una intensa actividad corporal con la que responder a cualquier amenaza externa, bien haciéndole frente y luchando o bien escapando de ella.
- El eje endocrino: es más lento que los anteriores y de efectos mas duraderos. Requiere una situación de estrés más mantenida e intensa. Es el eje en el que se incluyen los efectos más crónicos del estrés. En él se activa el subeje adrenal hipofiliario aumentando los niveles de mineral corticoides y el sujeto no tiene mas remedio que soportar el estrés. Sus efectos negativos mas importantes son la depresión, la pasividad, la percepción de falta de control y los síntomas de tipo gastrointestinal.
2. Dimensión psicológica
Psicológicamente la forma en que el individuo interpreta una situación específica y decide enfrentarse a ella determina que la situación se convierta en estresante o no. Esta interpretación, que es fundamentalmente cognitiva, implica 4 fases.
2.1 Recepción automática de la información.
2.2 Análisis de la información en términos de demanda.
2.3 Análisis de la situación en términos de recursos propios para hacer frente a las demandas.
2.4 Toma de decisiones sobre cómo hacer frente a las demandas.