Prepara el cuerpo

08.06.2024

Postura, postura, postura

Lo mejor es meditar sentado con la espalda recta en una silla cómoda, sin cruzar las piernas. Si lo prefieres, siéntate en el suelo con las piernas cruzadas «a lo indio».

Evita las distracciones corporales. Supongo que querrás «olvidarte del cuerpo» para concentrarte sin que te distraiga.


El cabeceo frente al quedarse dormido

Como estoy hablando del cuerpo, me gustaría tratar un tema con el que quizá te topes al meditar. Aunque estés sentado con la espalda recta, tal vez descubras que se te inclina la cabeza como si te fueras a dormir. Pero no te preocupes porque es una buena señal: significa que estás entrando en el estado de ondas alfa y zeta. Tu cuerpo está acostumbrado a estar echado cuando las ondas de tu cerebro se calman.

Pero si sigues practicando la meditación, te acostumbrarás a que el cerebro se calme mientras estás sentado con la espalda recta. Dejarás de cabecear y no tenderás a quedarte dormido. Hazte un hueco para meditar.
 
Cuando meditar
Los cambios diarios en la química del cerebro hacen que puedas entrar con más facilidad en el subconsciente por la mañana al despertar y por la noche antes de acostarte. Son los mejores momentos del día para meditar porque puedes deslizarte más fácilmente en los estados alfa y zeta.

Si eres nuevo en esto de meditar, te sugiero que sólo medites una vez al día.

Cuánto tiempo debes meditar
Resérvate varios minutos antes de la sesión de meditación para repasar lo que hayas escrito relacionado con los pasos que estás a punto de practicar.

Mientras estás aprendiendo el proceso de meditar, empieza cada sesión con una inducción de 10-20 minutos. A medida que añadas pasos, ve alargando la sesión destinando 10-15 minutos a cada paso. Con el tiempo, pasarás con más rapidez de un paso a otro porque ya los conocerás. Cuando los domines, tu meditación diaria (incluyendo la inducción) te tomará unos 40-50 minutos. Si necesitas terminar la sesión a una hora en concreto, pon la alarma del despertador diez minutos antes para «despabilarte» y no levantarte de sopetón sin concluirla como es debido.

Resérvate el tiempo suficiente para no estar pendiente del reloj, porque si cuando estás meditando te descubres pensando en la hora que es, es que no has ido más allá del tiempo. Si te ocurre esto, tendrás que acostarte antes para levantarte más temprano y disponer de más tiempo para meditar.