Si yo estoy bien
SI, YO ESTOY BIEN, TODO ESTÁ BIEN. Es la consecuencia lógica. Como todo es siempre conmigo, y yo tengo el poder y la libertad de escoger en cada momento cómo quiero reaccionar, si elijo estar bien y trabajo para ello, percibiré todo lo que ocurre desde esa perspectiva. Insisto: si elijo estar bien y trabajo para ello. Este matiz es importante. Muchas personas dicen: «Yo elijo estar bien, pero enseguida ocurren cosas que hacen que no pueda seguir estando bien». La vida puede ser un continuo desafío. Constantemente nos aparecen pruebas para que nosotros mismos seamos conscientes de dónde estamos y de qué hemos conseguido, y para que sepamos hacia dónde vamos. Hay un proverbio chino que dice: «Hay que cavar el pozo antes de tener sed». Por eso, lo recalco: hay que trabajar para mantenerse bien. Tal vez no es un trabajo como los que la mayoría asocian con una ocupación principal, aunque debería ser lo fundamental en nuestras vidas. Porque sin eso nada va a funcionar.
Recomiendo mantener el cuerpo y la mente saludables y limpios para que no sean obstáculos sino aliados en la conexión con nuestro propio ser. Hay muchas maneras de hacerlo, tantas como personas. En mi caso, el yoga ha sido y es un instrumento excelente para ello: me permite mantener el cuerpo físico ágil y flexible, y la mente calmada y vacía de limitaciones.
Desde ahí puedo sentarme en silencio para conectarme conmigo mismo. Lo bueno es que cuanto más lo practico más fácil me resulta. Hasta que llega un punto en que ya no me desconecto de ese estado; me mantengo ahí permanentemente. Entonces, puedo estar presenciando la destrucción de todos los mundos y mantenerme en paz, sabiendo que todo eso pasará. Que todo está siempre bien (aun cuando no sepa muy bien en qué consiste ese «bien»). Que mañana volverá a salir el sol, como cada mañana.