Derechos asertivos

02.04.2024

Hemos hablado de la asertividad como estilo de comunicación, también hemos hecho mención a la empatía y a la escucha activa, herramientas cruciales en las relaciones interpersonales.

En esta ocasión, queremos profundizar en el concepto de derechos asertivos. Estos derechos defienden nuestras aspiraciones y decisiones motivados por nuestros valores vitales. Unos valores definidos como códigos y creencias que vamos adquiriendo a través de nuestro proceso de socialización y que tienen implicaciones respecto a lo que es realmente relevante en nuestra vida. Los derechos asertivos nos ayudan a marcar límites de forma serena, sin necesidad de agraviar a las demás personas y reconociendo también los derechos del otro.

A continuación te adelantamos los derechos asertivos básicos, que nos ayudarán a profundizar en este nuevo concepto y a identificarlos mejor:

  • Derecho a ser tratados con respeto y dignidad.
  • Derecho a equivocarnos y ser responsables de nuestros errores.
  • Derecho a tener nuestras propias opiniones y valores.
  • Derecho a tener nuestras propias necesidades, y que sean tan importantes como las de los demás.
  • Derecho a experimentar y expresar los propios sentimientos, así como a ser sus únicos jueces.
  • Derecho a cambiar de opinión, idea o línea de acción.
  • Derecho a reclamar cuando se nos trata injustamente.
  • Derecho a intentar cambiar lo que no nos satisface.
  • Derecho a detenernos y pensar antes de actuar.
  • Derecho a pedir lo que queremos.
  • Derecho a ser independientes.
  • Derecho a decidir qué hacer con nuestro propio cuerpo, tiempo y propiedad.
  • Derecho a sentir y expresar el dolor.
  • Derecho a ignorar los consejos.
  • Derecho a rechazar peticiones sin sentirnos culpables o egoístas.
  • Derecho a estar solos aun cuando deseen nuestra compañía.
  • Derecho a no justificarse ante los demás.
  • Derecho a no responsabilizarse de los problemas de otros.
  • Derecho a no anticiparse a las necesidades y deseos de los demás.

¿CÓMO HAGO PARA IMPLEMENTARLOS EN MI VIDA?

Evidentemente como sucede en todas las habilidades sociales, el aprendizaje de esos derechos requiere un ejercicio sentimientos y deseos de forma honesta y sencilla. El conocimiento y la práctica de nuestros derechos cobra especial relevancia para conducirnos de manera asertiva en, por ejemplo, las siguientes situaciones:

  • Dar tu opinión (aunque los demás no estén de acuerdo contigo).
  • Expresar quejas y desacuerdos.
  • Saber marcar límites.
  • Aceptar y expresar cumplidos.
  • Iniciar, mantener y saber terminar una conversación.
  • Preguntar lo que no entiendes y/o pedir información.
  • Pedir un favor y/o negarte a hacerlo.
  • Pedir un cambio de conducta ofreciendo alternativas.
  • Resolver problemas cotidianos.
  • Compartir sentimientos y deseos con los demás.

DISCUTIR SIN ENFADARSE

Después de conocer términos como asertividad, empatía, derechos asertivos, comunicación y demás, ¿Crees que podrías tomar parte en una discusión sin enfadarte con la otra persona?

Teniendo en cuenta queuna discusión es el intercambio de opiniones contrarias sobre un mismo tema, poco se entiende que genere enfados, malestar emocional, enfrentamientos y más de un dolor de cabeza, ¿no? Y es que, habitualmente olvidamos que en ese proceso comunicativo se relacionan muchas variables. Por ejemplo, el lenguaje no verbal, (postura corporal, volumen, entonación, movimiento de nuestras manos, etc.) que condiciona nuestro discurso, puede distorsionarlo. Si, además, olvidamos que debemos escuchar a la otra persona para entender su punto de vista, tenemos todos los ingredientes para acabar malhumorados, sin aclarar ningún tema y con la firme convicción de que el otro está equivocado.

Este proceso comunicativo se ve influenciado por muchos factores que limitan la eficacia de la comunicación y exigen el ejercicio de nuestros derechos asertivos, a fin de poder gestionar mejor la situación.

Recordar que nuestros derechos asertivos están supeditados al derecho a decidir la utilidad que éstos tienen, y dicho criterio siempre debe ser exclusivamente personal.