Llevar el equilibrio a tu cuerpo
La nutrición sensata que sostiene el cuerpo, la mente y el espíritu desempeña un papel tan importante en tu programa de caminar como el propio entrenamiento.
En efecto, no hay área de tu vida que no se beneficie de los alimentos sanos y nutritivos. Seguir una dieta de alto octanaje te permite acceder a enormes cantidades de Chi. Los buenos nutrientes equilibran los cambios de humor, contribuyen a la pérdida de peso e incluso ayudan a descansar durante un plácido sueño nocturno.
Desafortunadamente, para mucha gente la comida se ha convertido en una materia cargante, llena de peligro. En el intento de perder peso o de conseguir un estado más saludable, puede que hayas probado una buena variedad de dietas que te han confundido acerca de cuáles alimentos son buenos y cuales te harán engordar. A menudo uno se siente como atravesando una carretera llena de subidas y bajadas, como un tobogán de muchos y pocos hidratados de carbono, pocas y muchas grasas, muchas y pocas proteínas, ...
Junto con el movimiento y la tranquilidad, el equilibrio es una de las tres piedras angulares de la buena salud. Cuando tu nutrición es equilibrada, tu energía está equilibrada y te fluye el Chi. Afrontemos, no obstante, que por una razón u otra razón, la mayoría de nosotros no guarda ese equilibrio.
Mi pasión por vivir un estilo de vida holística me ha llevado a estudiar los alimentos y experimentar todo lo provechoso que puedo sacar de ellos. También he sido muy afortunado por haber encontrado muy buenos profesores a lo largo de mi vida. Lo que he descubierto es que las mismas condiciones que necesito establecer para mi programa de Caminar Chi son las que necesito para mi programa dietético, a fin de que fluya el Chi con facilidad.
La comida es un tema emocionalmente cargado, debido a nuestra fijación cultural por hacer dieta para perder peso. Esto puede llevar a modelos que van desde hacemos pasar hambre para perder peso hasta darnos un atracón cuando ya no podemos soportar el hambre. La solución es comer alimentos lo suficientemente nutritivos como para crear un equilibrio en nuestros cuerpos, de modo que no nos sintamos vencidos por el hambre.