Miles de colores

21.03.2024

Hoy en día, cualquier display de alguno de nuestros dispositivos electrónicos son capaces de interpretar un gran número de colores que nos entretienen visualmente a través de su interfaz lumínico.

El tema del que deseo escribir en este nuevo capítulo trata de como colacionamos emocionalmente cuando somos participes en algun suceso desarrollado avitualmente por personas que observaban una pantalla digital, incluso leyendo un libro, esta vez podías ser tú.

Me ciño al hecho, como ejemplo, permíteme que interprete como extraño, una sonrisa descontrolada o un gesto de admiración suscitado tras la aparición de un diálogo, generando un cambio de aptitud, mientras se posiciona frente a la pantalla. ¿Que sucede en este caso si estamos a solas?

Pues que no deja de estremecerme la intensidad con la que se puede llegar a percibir algo tan superficial como es la transformación del mundo real al tecnológico. Los programas de moda, las noticias, las publicaciones en las redes sociales, los chats, todo ello está puesto a propósito para crear audiencia amenizando más de una jornada disfrutando con la aparición de tantas herramientas desarrolladas para el consumo, cada vez absolutamente todo esto más al alcance de nuestras manos.

Ya no es extraño apreciar en nuestras vidas algún rostro perdido, como "pescando" diríamos nosotros, que se mantiene pausado a excepción de algún estímulo aislado, que absurdo y que relajante al mismo tiempo.

El comportamiento humano nunca dejará de sorprendernos, ¿cabe la posibilidad de buscar algo cómico ante este curioso efecto rebote?. Es posible que necesite actualizar mis conocimientos al respecto, es posible. Semejante aberración roza lo absurdo y atenta contra la integridad de toda la humanidad. ¡Bienvenid@s a un universo lleno de colores! ¡Hace mucho que dejamos atrás la tele en blanco y negro!

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