El perdón y el rencor

15.11.2023

Aunque para algunos suene raro, uno de los elementos más importantes para mantenernos sanos es el perdón. Perdonar a quienes nos han hecho daño es una cualidad importantísima para nuestra salud mental, emocional y física. También debemos aprender a perdonarnos a nosotros mismos. No perdonar o no pedir perdón es una carga que llevamos con nosotros a todos lados y nos corroe por dentro. Entre médicos y psicoterapeutas, sobre todo entre los que se ocupan de enfermos cancerosos, el perdón aparece como tema obligado. Incluso se reconoce que semejante proceso está llamado a desempeñar un papel central en la medicina del futuro.

El perdón libera los resentimientos y sentimientos negativos, perdonar los errores del pasado, incluso, puede llegar a ser la mejor parte de la medicina preventiva del futuro. Por otra parte, también es importante darnos cuenta de cuándo hemos cometido algún daño contra al prójimo. Cuando lo hacemos, normalmente nos sentimos mal, nos causa dolor y arrepentimiento, lo cual es normal y saludable. 

Tenemos esta señal de alarma que nos alerta para darle solución al problema. Algunas personas no le hacen caso y logran esconder y anestesiar el dolor provocado por los reproches de la conciencia. Cuando logran no sentir dolor después de ocasionar un daño, empieza a crecer el odio y el rechazo hacia los otros, o inconscientemente, hacia ellas mismas. 

El odio va destruyendo a la persona poco a poco. Perdonar y pedir perdón nos libera de esa tremenda carga de resentimiento que nos oprime en todo momento, el rencor, y sólo perdonando logramos un equilibrio en nuestra salud mental, emocional y física.