Hacerte daño
NADA NI NADIE PUEDE HACERTE DAÑO, EXCEPTO TUS PENSAMIENTOS. Todavía recuerdo la primera vez que oí esta frase. Y pensé que era cierta. Pero un tiempo más tarde descubrí que era cierta en plan «sí, pero...». Me encontré en situaciones que desafiaban mi sistema de creencias (pensaba que no existía ese tipo de realidad, que era solo para los...









