Ebriedad Versus Sobriedad

04.06.2024

Para salir de la postración química que produce la ausencia de sentido a la vida y de felicidad, se busca entonces un estado de euforia que compense el sentimiento negativo. Se trata de una afirmación eufórica de la vida, del placer pujante y esplendoroso.

Cuando el hombre se embebe en exceso en el embrujo que posee la fuerza de la vida, puede sobrevivir un estado de euforia excesiva que llamamos "Ebriedad" que es un procedimiento de exaltación y estimulación dionisíaca, en el cual el hombre se pone, por así decirlo, en un cierto <trance> de explotación vitalista, mediante algún estimularte (sustancia o adición social) que le proporciona el optimismo que él no termina de sentir.

Es como darle <marcha> a las fuerzas irracionales de la vida que uno lleva dentro, liberarlas, y que ellas se encarguen de transportarnos a un <éxtasis> en el que estamos por un tiempo en sus manos, olvidados del feo rostro de lo cotidiano.

La Ebriedad es abandonarse por un tiempo en manos de fuerzas vitales que no controlamos, porque son irracionales. Se trata simplemente de olvidar la vida propia, o de sumirse en experiencias un poco <salvajes>.

Es un procedimiento casi tan antiguo como la humanidad. El modo más ordinario de estar ebrio es embriagarse con la bebida, pero hay otros estimulantes, como son todos los demás tipos de drogas y/o adicciones sociales. El sexo puede visionarse también como algo embriagador y sumamente adictivo.

Al embriagarse uno pierde la cabeza, se deja invadir por sensaciones nuevas, fuertes, placenteras, que lo <transporta> a un <viaje alucinante> que tapa un poco el asco que produce la vida cotidiana.

En realidad, viene a ser un sustituto de acciones lúdicas y del diálogo: el ebrio tiene debilitada la libertad, porque sufre una dependencia y es muy vulnerable, sustituye el ápice de la vida humana por una situación irreal. La única solución posible a esta situación es aprender a vivir en sobriedad y para alcanzar esto es necesario aprender a ser feliz.