El fuego

02.11.2024

El riesgo de incendio está presente en la mayoría de las actividades y es especialmente grave debido a las destructivas consecuencias que puede tener tanto para los edificios y sus instalaciones como para las personas que los ocupan.

Técnicamente, una combustión no es más que una reacción química exotérmica (exotérmico, significa que depende del calor), en concreto, una reacción rápida de oxidación. Para que esta reacción se produzca con las fatales consecuencias que ello puede acarrear, es necesario que coincidan en el espacio y en el tiempo tres factores:

  • Combustible. Es la sustancia que sufre la oxidación rápida, consumiéndose en la reacción.
  • Comburente. Es la sustancia que produce la oxidación, en la mayoría de los casos el oxígeno del aire.
  • Calor. Es el desencadenante de cualquier reacción de oxidación.

Los tres factores indispensables para que se produzca el fuego: combustible, calor y oxigeno.

Pero para que el fuego muestre sus efectos devastadores no solo es necesario que se produzca una combustión, también es necesario que se propague.

Para ello, además de los tres factores anteriores, es necesario un cuarto:

• Reacción en cadena. La idea es sencilla: la combustión genera más o menos calor en función del combustible que se esté quemando. Si el calor es el suficiente, la reacción se propagará.

Como tantas veces ocurre en prevención de riesgos, ante el fuego se pueden tomar dos actitudes: prevenirlo o protegerse de él. Obviamente, lo ideal es tomar las medidas preventivas necesarias para que no se produzca pero, como no es posible estar seguro ello, las medidas de protección también son necesarias.

De hecho, suelen ser las más visibles en los centros de trabajo.

Definidos los tres factores que deben coincidir para que se inicie una com-bustión, es muy sencillo entender que para prevenir un fuego se puede actuar sobre el combustible, el comburente o el calor.

Actuar sobre el combustible es, por ejemplo, no almacenar más materias primas o producto acabado del necesario, así habrá el mínimo combustible posible. Otra posibilidad es ordenar los almacenes estableciendo pasillos y compartimentaciones que impidan que se acumulen grandes cantidades de combustible, evitar almacenar en proximidad productos combustibles y com-burentes, etc.

Nota: Reducir stocks, es decir, almacenar lo menos posible, no solo previene el fuego, cuanto menos se almacena menos se gasta en almacén, almacenero, pérdidas por deterioro en el almacén, etc.

Actuar sobre el comburente es algo menos habitual, ya que para eliminarlo hay que reducir el oxígeno del almacén y eso vuelve la atmósfera irrespirable para el ser humano. Aún así, hay ciertos casos en los que se utiliza.

Actuar sobre el calor es sencillo, aunque costoso. Consiste en mantener el producto almacenado, normalmente en un recipiente a presión, por debajo de una cierta temperatura.